- Inflamación sin dolor de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas o la ingle
- Fiebre y escalofríos
- Sudores nocturnos
- Pérdida de peso
- Pérdida del apetito
- Picazón en la piel
Los médicos pueden diagnosticar la enfermedad de Hodgkin con una
biopsia. Eso implica extirpar y estudiar una muestra del tejido con un
microscopio. El tratamiento varía dependiendo de la magnitud de la
diseminación de la enfermedad y suele incluir radioterapia o
quimioterapia.
Entre más pronto se diagnostique la enfermedad, más eficaz será el
tratamiento. En la mayoría de los casos, la enfermedad de Hodgkin puede
curarse.
Los linfomas no Hodgkin comienzan cuando un tipo de glóbulos blancos,
llamado células T o células B, se hacen anormales. Las células se
dividen una y otra vez aumentando el número de células anormales. Las
células anormales pueden diseminarse a casi todas las demás partes del
cuerpo. La mayor parte del tiempo, los médicos no pueden determinar por
qué una persona desarrolla un linfoma no Hodgkin.
Este tipo de linfoma puede causar muchos síntomas, tales como:
- Ganglios linfáticos inflamados, sin dolor, en el cuello, las axilas o la ingle
- Pérdida de peso inexplicable
- Fiebre
- Sudoración nocturna profusa
- Tos, dificultad para respirar o dolor torácico
- Debilidad y cansancio que no desaparece
- Dolor, inflamación o sensación de hinchazón abdominal
El médico le hará un examen y pruebas de laboratorio para determinar si tiene linfoma.
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