¿QUÉ ES?
Los "lunares" o nevus pigmentarios son proliferaciones de las
células melánicas de la piel y mucosas que originan manchas
pardo-oscuras bien localizadas.
Formas Clínicas:
Nevus Congénitos: Aparecen desde el nacimiento o a los pocos días de
vida. Pueden ser múltiples o de gran tamaño y formas caprichosas (en
antifaz, en esclavina, en calzón, en sabana…) y tener gran volumen y ser
elevados. A veces tienen gran cantidad de pelo en su superficie, cuando
los vemos al cabo de años. Bordes bien definidos y color variable,
incluso dentro del mismo nevus. Se subclasifican en pequeños, medianos o
grandes (mas de 10 cm). Como tienen mayor riesgo de malignización y son
muy antiestéticos se debe siempre valorar su extirpación quirúrgica.
Nevus Adquiridos a lo largo de la vida. Son muy frecuentes y no deben de
preocupar. Suelen ser pequeños (menores de 8 mm), color
pardo-oscuros-negros, redondeados, planos o cupuliformes, lisos y, a
veces, vegetantes y verrucosos. A veces tienen pelos. En algunos casos
van perdiendo color simulando lesiones fibromatosas. Rara vez degeneran,
pero conviene no exponerlos mucho al sol, evitar traumatismos repetidos
o quemarlos con ácidos.
Formas especiales:
Halonevus de Sutton: nevus pigmentario rodeado de un halo blanco despigmentado que puede hacer desaparecer la lesión inicial.
Nevus de Spitz: Tumor pequeño de color amaillo-rojizo que aparece en la cara de niños. Lesión única, papulo-nodular.
Nevus Spilus o Nevus sobre nevus: Mancha parda de aspecto nevoide sobre
la que se observa otro nevus mas oscuro y marcado. Como tiene
potencialidad de malignizarse se debe extirpar. Nevus Displásico: son
nevus adquiridos, a veces múltiples, de bordes irregulares y color
variable dentro del mismo nevus. Suelen tener una ligera o marcada
infiltración, pudiendo hacer relieve. Predominio en tronco y
extremidades. También son potencialmente degenerativos y se deben
extirpar rápidamente.
CAUSAS
Las células melánicas (melanoblastos y melanocitos) emigran
alrededor del 3-5 mes embrionario hacia la epidermis. Si el numero de
estas células es grande se producen acumulos a nivel epidérmico o
dérmico, que por traslucirse el color a la superficie cutánea se
traducen en manchas oscuras.
SÍNTOMAS
Los lunares son lesiones polimorfas en cuanto al tamaño, color,
superficie y evolución. Cuando aparecen en niños(alrededor de un 15% de
los nevus) suelen ser pequeños, planos y de color pardo-claro. Según
pasa el tiempo se van formando nuevas lesiones de tamaño variable, entre
puntiformes a lenticulares, de color mas oscuro y que pueden hacer
relieve. En la pubertad y embarazo suelen aumentar, y en los ancianos
suelen ir desapareciendo. De todas formas es normal el tener unos 20-25
nevus por persona. Normalmente no suelen producir molestias (no pican ni
duelen), tienen un discreto crecimiento a lo largo de la vida, pueden
cambiar lentamente de color, aparecen pequeños pelos y simulan verrugas
antiestéticas que justifican su extirpación.
FACTORES DE RIESGO
En los últimos años se esta constatando que, algunos melanomas
(tumor maligno de la piel y con gran poder metastático) se originan a
partir de algún tipo de nevus. Por eso es fundamental el conocer los
riesgos que corren estas lesiones de cancerificación. La radiación solar
es mayor factor de riesgo, sobre todo en personas con historia familiar
de melanomas, de piel y ojos claros (fototipo 2-3), que han tenido
quemaduras cutáneas en alguna época de su vida, que tengan nevus
gigantes desde la niñez o que presenten una variedad adquirida de nevus
(displásicos).
PREVENCIÓN
Para prevenir la aparición de nevus no existe ninguna regla,
pero para que no se puedan trasformar en melanomas o para tratar de
diagnosticar este proceso en forma precoz se debe visitar al dermatólogo
siempre que en un lunar exista:
Modificación rápida en el tamaño, forma o coloración.
Brote de manchas oscuras o nodulitos cercanas al nevus.
Halo inflamatorio periférico (no confundir con el halonevus blanco de Sutton)
Erosión, costras, sangrado o ulceración.
Dolor o picor
Aparición de ganglios.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El tratamiento de los nevus es casi exclusivamente la
extirpación quirúrgica simple con margen de seguridad en extensión y
profundidad, junto con el estudio histopatológico de la lesión. Así
podemos garantizar la curación y desaparición total del proceso sin
posibilidad de recidiva ni malignización. Pero no es necesario extirpar
todos los nevus, ya que las mayoría son estables benignos. Unicamente
los que por su naturaleza (displásicos, gigantes, Spilus...) o por otras
razones aconsejen se eliminaran.
POSIBLES COMPLICACIONES
PRONÓSTICO
El pronostico de los nevus es bueno pues suelen permanecer
estables, con pocos cambios e incluso la desaparición espontanea a la
vejez. Si alguna lesión se trasforma puede degenerar hacia un melanoma
maligno de pronostico incierto pero siempre grave.